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Incursión en los videojuegos

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Videogames

(Para ver mi experiencia en videojuegos, consulta mis proyectos.)


Aquí explico algunos detalles de mi incursión en el mundo de los videojuegos

[idea y documentación, mecánicas y funciones, arte, implementación, solución de problemas]

Los videojuegos han estado siempre presentes entre mis intereses creativo y lúdico.

Desde hace años investigo y me aproximo al desarrollo porque pretendo entrar y establecerme profesionalmente en el ámbito de creación de videojuegos.

Me encantaría ser parte de un equipo desde el área de Game Design, Narrativa, o Sonido, aunque acepto empezar aprendiendo en donde sea.

Recientemente he realizado 2 cursos (y proyectos) de Unreal Engine, y actualmente trabajo en el desarrollo de mi propio videojuego mientras busco una oportunidad en el sector.

Aquí expongo mi perfil y mis intereses por los videojuegos, y cómo he ido acercándome a su producción. ¿Qué me llama la atención de este sector? ¿Por qué quiero dedicarme a desarrollarme profesionalmente en él?


PERFIL PARA DESARROLLO DE VIDEOJUEGOS

Me considero amateur e independiente. No he publicado ningún título propio, ni tengo anteriores experiencias profesionales en el sector.

Por otro lado, la afinidad de mi formación y mis intereses me han permitido aproximarme al ámbito del desarrollo, realizando varios cursos, investigando sobre el tema, e iniciando varios proyectos personales.

Pretendo aportar a la producción dentro de un equipo de desarrollo con mis habilidades, mi compromiso y mi entusiasmo, y por eso busco la oportunidad de hacer un contacto que permita poner a prueba las posibilidades. Si estás pensando en contratar a alguien, no dudes en solicitar una entrevista para que podamos conocernos. Estaré muy contento de recibir una noticia así.

Mi perfil general en las áreas básicas de desarrollo:

Diseño, con potencial en Arte, habilidad en Producción e interés en Programación.

Detalles

ALGUNOS ANTECEDENTES

Uno de los primeros videojuegos que recuerdo haber jugado fue “Camelot Warriors” (Dinamic Multimedia, 1985). Seguro que no era mayor de 10 años y aquella experiencia me pareció muy inmersiva.

Me parecía fascinante que algunas cosas sólo sucedieran en ciertas condiciones, como “tener que transformarse en rana” para poder avanzar en el nivel, y en la historia, y que el jugador tuviese la capacidad de resolver esos retos. La imaginación se disparaba en un entorno audiovisual en el que yo podía interactuar.

Me había sucedido algo similar leyendo libros como “Las aventuras de la Mano Negra” (Hans Jürgen Press, 1965), algunos de la colección “Elige tu propia aventura“, o “¿Dónde está Wally?” (Martin Handford, 1987). Me resultaba muy atractiva la idea de combinar narrativa e imágenes con la experiencia de un reto para el usuario. Pero me resultaba aún más interesante la idea de poder crear yo mismo ideas similares. La creatividad y el entusiasmo se potenciaban enormemente con este modo de crear historias.

De regreso al mundo de los videojuegos, me tocó crecer en una época de innovación y novedades. Entre tantos juegos de entonces, yo probaba cuantos podía, según se lanzaban y era posible encontrarlos en máquinas recreativas: Tetris (1984), Bubble Bobble (1986), Double Dragon (1987), Street Fighter (1987), Golden Axe (1989), Super Off Road (1989), Sonic (1991)… Recuerdo el cambio que supuso disponer de una computadora en casa, y descubrir títulos como MS Flight Simulator (1982), Out Run (1986), Lemmings (1991) o Sherlock Holmes: El caso del escalpelo mellado (1992).

Pero, sin lugar a dudas, aquellos títulos que me transmitieron el impulso de querer crear videojuegos fueron aquellos que, por su ambientación, temática o narrativa, quedaron como referencias de experiencias inmersivas y capaces de transmitir algo especial, o poner a prueba habilidades personales a las que otorgué más valor. Algunos de estos títulos fueron Maniac Masion (1987), Leisure Suit Larry (1987), Prince of Persia (1989), Indiana Jones and the Last Crusade (1989), King’s Quest V (1990), Gobliiins (1991), Alone in the Dark (1992), The legend of Kyrandia (1992), Indiana Jones and the Fate of Atlantis (1992) o el mismísimo Doom (1993).

En algún momento llegaron a mis manos un par de cartulinas redondas con caras dibujadas cuya función no entendía inicialmente. Tampoco me imaginaba las horas de aventura que escondían tras de sí. Se trataba de The secret of Monkey Island (Ron Gilbert, 1990). Personalmente, se convirtió en una referencia que no pierde validez hasta la fecha.


PROYECTOS

Cuando concluí mi formación en Diseño, me vinculé a la comunidad de Stratos para involucrarme en proyectos relacionados con el 3D y los videojuegos, e hice algunas colaboraciones.

Pero no fue hasta hace unos cuantos años que tomé la decisión seria de iniciar mi propio proyecto. Comencé perfilando la idea y temática iniciales que quería tratar, y me comuniqué con gente que podría estar interesada o que me ayudó a tomar el primer impulso. A la vez, investigué en profundidad sobre las implicaciones que tendría iniciar esa “aventura”, y pronto comprendí las verdaderas dimensiones de mi proyecto, por muy simple que pudiese ser. Y quería hacer ¡una aventura gráfica!.

Presento en la sección Videojuegos los proyectos en los que he trabajado para visibilizar mis habilidades, ya que no puedo avalar mis capacidades con experiencia profesional en ninguna compañía.

Mi idea es explicar el proceso de trabajo en las diferentes fases, desde el concepto hasta la parte técnica, pasando por la documentación y la resolución de problemas.

Además de lo presentado, trabajo constantemente en idear nuevos proyectos de videojuego que boceto, investigo, documento y archivo en mi repositorio de recursos personal.

Consultar mis proyectos.


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